Había una vez una niña que tenia un peluche mariposa, jugaba todo el tiempo con ella y no la soltaba, la cuidaba como si fuera una mariposa de verdad.
La niña fue a ver a un oculista porque su mariposa, Anastasia, estaba ciega. El oculista le recetó unos anteojos. Ella fue a comprárselos, pero no le quedaba ninguno, hasta que después de un rato encontró unos rositas que le quedaban perfectos. La madre de la pequeña veía que ella estaba todo el tiempo con la mariposa y sus anteojos.
Un día la niña durmió con su mariposa, cuando se levantó, empezó a jugar con ella. De repente vio que Anastasia volaba por su habitación, la niña se acercó, Anastasia la rozó, dio tres vueltas a su alrededor y la niña cayó.
Es genial tu blog! :) Me encanta el cuento!
ResponderEliminarMUY buen Blog!!! me encantaaaa :)
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